"Bromas, ni de los amigos", habrá pensado Obama al ver la portada del último número de 'The New Yorker'.
La caricatura, obra de Barry Blitt, muestra al candidato demócrata y a su mujer desde los ojos de los neoconservadores (violentos, musulmanes, aliados de Bin Laden y antipatriotas). Sin embargo, la viñeta no ha sido del agrado del equipo del político, ni tampoco de su rival. Ambos coincidieron en calificarla de "ofensiva". De nuevo, un simple dibujo tiene la fuerza de desairar a los poderosos [...]
Es posible que la polémica de 'The New Yorker' no vaya más allá. Quizá a lo más que llegue sea a la renuncia de Obama a seguir siendo un asiduo lector de la publicación progresista. O alguna represalia económica de algún anunciante que retire su nombre de las páginas de la revista, "es una manera de censura habitual en los últimos tiempos" [...] [Fuente]
Por EDU SÁNCHEZ (SOITU.ES)
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