Si no puede darse el lujo de comprar su propio paraíso tropical, ¿por qué no crear el suyo propio? Eso es exactamente lo que hizo Richie Sowa en 1998 con más de un cuarto de millón de botellas de plástico.
Esta isla flota en el mar y puede recorrer el mundo desde la comodidad de su propio paraíso privado. Las botellas de plástico se apoyan en una estructura de bambú y madera contraenchapada.
La próxima versión de la isla será construida para soportar el clima más traicionero. [Fuente]
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