12 sept 2008

El software libre no es privativo

Iniciarse al llamado 'software libre' es entrar en una comunidad abierta y un ambiente de cooperación, donde cada uno, según sus conocimientos, tiene el control sobre los programas que decide instalar en su computadora.

Como lo explica uno de los pioneros de la creación de estos programas informáticos, el estadounidense Richard Stallman, se trata "de cómo organizar la sociedad y qué derechos el usuario del software merece".

Stallman empezó a desarrollar ese tipo de programas en 1984, con la intención de implantar un sistema operativo diferente a los software propietarios, que él llama "privativos".

"El software que no es libre es un software privativo, que priva de libertad a sus usuarios y los mantiene en un estado de división e impotencia", indicó a TeleSUR durante un foro realizado en Caracas el pasado 22 de julio.

Stallman destaca que Microsoft no es el único desarrollador de software privativo, "el software de Apple es igualmente injusto y muchas otras empresas también crean este tipo de programas".

Por lo tanto, asegura que no se deben usar los programas privativos, "para mantener nuestra libertad debemos rechazarlos, es la única manera". "Conocimiento negado a la humanidad" "El software libre hace parte del conocimiento humano. El software privativo es conocimiento secreto, negado a la humanidad", estima el estadounidense.

Según él, los programas libres permiten cuatro niveles de libertad, mientras los privativos solamente permiten el nivel cero.
  • La libertad cero es la libertad de ejecutar el programa como quieras.
  • La libertad uno es la libertad de estudiar el código fuente y cambiarlo para que el programa haga lo que quieras, como tienes la libertad de cambiar tu casa o tu carro.
  • La libertad dos es la libertad de ayudar a tu próximo, esencial por razones éticas. Es la libertad de hacer y distribuir copias exactas del programa, distribuirlas a los demás, es la ayuda entre la gente, no se debe nunca prohibir.
  • Y la libertad tres es la libertad de contribuir a tu comunidad, es decir la libertad de hacer y distribuir copias de tus versiones cambiadas del programa.
Por Sébastien Brulez.

6 sept 2008

¿Qué hacer para recuperar tu motivación bloguera?

Supongamos que has decidido darte un descanso y que llevas un tiempo sin bloguear. De repente llega un momento en el que descubres que quizá el tiempo que tenías pensado tomarte, por uno u otro motivo, se ha ampliado más de la cuenta. En ese momento decides tomar cartas en el asunto y volver inmediatamente a escribir posts pero… sorpresa, esa habilidad para desarrollar nuevos temas, la motivación, la pasión… se han esfumado y tu vuelta a la rutina se ha complicado más de la cuenta dando paso a la apatía o a la falta de ánimo.

Lo cierto es que es una sensación bastante común, ni siquiera necesitas haber estado un tiempo sin bloguear para que, de repente, pierdas ese ánimo que te empujaba a postear en el blog.

Llegados a ese punto puedes hacer dos cosas:
  1. Permitir que la falta de motivación te consuma y dejar de bloguear.
  2. O tratar de recuperar aquellos factores que te motivaban y volver a tomar los mandos de tu blog a la deriva.


Ideas para volver a la rutina


Revisa viejos posts
Quizá uno de los principales problemas a la hora de volver a escribir es encontrar ideas nuevas y originales, probablemente con la vuelta paulatina a la rutina surjan poco a poco, sin embargo, para romper el hielo, quizá no es mala idea echar un vistazo a tus archivos, retomar antiguos posts que puedas completar o darles un nuevo punto de vista. Puede incluso que algunos de tus nuevos lectores te lo agradezcan.

Un lavado de cara
Rediseñar por completo el aspecto de tu blog, modificar pequeños detalles…puede que te ayude a recuperar el interés por el blog y a volver a escribir poco a poco, comentando por ejemplo el cambio en el diseño.

Invita a otro bloguer
Puede que esto no suponga tu propia vuelta, sin embargo, contribuirá a que el blog recupere un poco de vida, aportará nuevas ideas y puede ayudarte a recuperar la motivación.

Leer otros blogs
Cuando uno deja de postear deja en la mayoría de los casos de leer otros blogs, eso supone romper de forma completa con toda la atmósfera bloguera. Una buena forma de volver a la rutina es la de empezar a leer de nuevo otros blogs (no te asustes al abrir tu lector de feeds), probablemente te aporten ideas frescas o te inciten a escribir algún post comentando, completando, opinando o criticando sobre algo que hayas leído.

Escribe posts más cortos
Seguramente uno de los aspectos más complicados a la hora de volver a bloguear sea el de escribir artículos más largos. La razón es sencilla: exigen mucha más motivación de tu parte. Sin embargo, no es necesario hacerlo, quizá sea más fácil escribir posts más cortos que cumplan otra labor y que te ayuden lentamente a desentumecer las ideas.


Evitar la falta de motivación

A pesar de que salir de un período de letargo es posible, parece mejor idea evitar caer en él o al menos disponer de las herramientas adecuadas en caso de que hayamos sucumbido irremediablemente.



Escribir posts futuros
El blogging suele ser protagonista de diversos ciclos. En algunos momentos nuestra capacidad creativa nos desbordará y en otros casos nos dejará mudos. Por eso, en aquellos momentos en que nos encontramos con más fuerza e ideas, podemos escribir más posts de los que vamos a publicar manteniéndolos en la recámara por si algún día cuando la falta de ganas nos inunda podamos seguir publicando.

Apunta nuevas ideas
Caer en la desmotivación puede tener su origen en una repentina pérdida de ideas. Para evitar que eso ocurra, una buena técnica consiste en apuntar aquellas cosas que se te ocurren (ideas para un post, un título…) para que, en el caso de que un día no sepas que decir, puedas acudir a ese cuaderno de notas en busca de algo que te inspire.

Caer en la falta de motivación es bastante fácil y su recuperación suele ser complicada. ¿Alguna vez te ha desmotivado?, ¿qué has hecho para sobreponerte?

5 sept 2008

Opera Vs. Google Chrome

El browser de Google está recién en su primera versión, y además es beta, por lo cual hay mucho que perdonarle. Su baja cantidad de features y opciones, lleva a un bajo consumo de memoria, y a una interfaz limpia. Además, que sea open-source (y ligado a otros productos google) le da mucho potencial a futuro (no así su presente).

Ahora bien, el Opera Browser es una herramienta, claramente más poderosa y en muchos sentidos. Usando Chrome y metiendome por entre sus features y configuraciones, me di cuenta que estaba perdiendo mucho tiempo, comodidad y flexibilidad, en comparación con mi navegador de costumbre.

Para empezar, Chrome casi no es configurable. Si uno no quiere que las nuevas solapas se abran al lado de la de partida, sino que se abran respetando la cronología de acceso, no puede hacer nada, se la tiene que bancar. Si uno no quiere el botón de cerrar de las solapas, o quiere una barra en otro lugar, o quiere el ícono de impresión a la vista…nada puede hacer. Es más, el Speed Dial es automático, según la frecuencia de acceso de los sitios, lo cual implica que el usuario no puede definirlo según su parecer, sino que depende del uso en sí. (Nota: como entro varias veces a la Wikipedia a ver algún artículo para luego cerrarlo, y al mail lo abro una vez por día y no lo cierro, la enciclopedia libre en cuestión, tiene su bookmark, pero mi mail diario, no).

Aparte de eso, hubo detalles que dificultaron mi uso, al menos estando acostumbrado a usar Opera. Un ejemplo es que en la barra de status no mostrara la dirección completa del link, otro es que no se pueda ‘restaurar’ una solapa (es decir, hacer que la solapa no ocupe toda la ventana, sino que sea ‘resizeable’, permitiendo así visualizar varias solapas a la vez, como sí se puede en Opera). Algo más notorio es lo mal que anda el ‘zoom’ del Chrome en comparación, la imágenes no cambian de tamaño (sólo el texto), algunas cadenas no cambian mientras que otras sí, y hay superposición de objetos (en sitios propios de google, incluso).

Como suelo imprimir artículos y páginas desde su formato html todo el tiempo, tuve el siguiente disgusto. El Chrome tiene ‘Imprimir’, pero no tiene ‘vista previa’ (print preview). Así que no puedo saber cómo quedará la impresión del documento hasta que la imprima, ni si la última hoja está compuesta por sólo un carácter con el background del sitio, ni cuantas hojas tengo que imprimir, ni qué va a pasar con todas esas animaciones que hay a los costados.

Hay otros features que tomaron prestados del Opera, además del Speed Dial, que no llegaron a implementar con la misma performance. La búsqueda en el sitio se hace gradualmente a medida que se ingresan los caracteres, pero lo mismo no ocurre a la hora de realizar la búsqueda dentro del historial. En este caso, hay que escribir la palabra completa, y presionar el botón “Buscar Historial“. Esto limita mucho, ya que uno no siempre está seguro qué está buscando, o cómo se escribe. Opera hace búsquedas sucesivas (se itera por caracter) en ambos casos.

Otro de estos features a medio hacer es el de “Pestañas cerradas recientemente”, el cual sólo muestra las últimas tres. En el Opera esta opción no requiere de abrir una nueva ventana, sino que es un pequeño botón junto a la barra de direcciones que despliega todas las ventanas cerradas en la sesión. Ese es otro punto… porqué no tiene ’sesiones’? Durante períodos de ‘investigación online’ uno acumula un gran número de sitios, que no tiene tiempo/ganas de leer o catalogar, en ese momento, guarda la sesión y todos los links quedan para otro momento, sin tener que agregar a ‘bookmarks’ una por una de las más de 15 direcciones.

Todo esto parace una crítica enorme a Google, pero no lo es. Yo soy un usuario intensivo de los productos de la compañía (motor de búsqueda, escritorio online, lector de rss feeds, google docs, picassa, youtube, etc.), pero a lo largo del texto quería explicar por qué, para un usuario medianamente experimentado del Opera Browser, empezar a usar el Chrome, se siente como un downgrade. Me complica la vida, en el sentido que me quita herramientas que no sólo aumentan mi eficiencia, por decir algo, sino que también me dejan navegar cómodamente.

Volviendo al concepto del principio de este post, el Google Browser recién llegó y su potencial es lo que realmente impresiona. Yo esperaría a ver la primera versión estable para dar una opinión definitiva (claro que Gmail siguen en beta, sin una versión ‘estable’ desde hace años, pero a quién le importa). Por ahora, voy a seguir con el Opera, actualizando y testeando el Chrome para probarlo y, si en algún momento algo cambia en mi escala de preferencia, se los haré saber. [Fuente]

Posts relacionados: