Según Valentina D’Urso, profesora de Psicología de la Universidad de Padua (Italia), “la ira es un fenómeno que, aunque cada vez es más común en nuestra sociedad, ocasiona efectos negativos en el organismo”.
Tensa los músculos, acelera la palpitación y la respiración, y somete al cuerpo a un estado de tensión. También dificulta la capacidad de razonar y limita el control que tenemos sobre nuestros actos. “Hay que acostumbrarse a prever las situaciones de riesgo [...]. Sin perder la serenidad, diga inmediatamente: ‘No estoy de acuerdo’, y vivirá mucho mejor”, aconseja D’Urso.
Tensa los músculos, acelera la palpitación y la respiración, y somete al cuerpo a un estado de tensión. También dificulta la capacidad de razonar y limita el control que tenemos sobre nuestros actos. “Hay que acostumbrarse a prever las situaciones de riesgo [...]. Sin perder la serenidad, diga inmediatamente: ‘No estoy de acuerdo’, y vivirá mucho mejor”, aconseja D’Urso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario