Este título puede parecer una blasfemia a los entusiastas del software libre. Quizá lo sea, pero antes de que enfilen sus armas hacia mí, déjenme explicar a que me refiero:
Comencé a jugar con Linux a finales de siglo XX. Mis primeras incursiones fueron con Red Hat, distribución que respeto mucho por su seriedad y calidad. Luego conocí a SuSE, más tarde a Mandrake (ahora llamado Mandriva). En resumen, hoy estoy casado con SuSE (aunque estuve a punto de ser infiel con Ubuntu, pero no cubrió mis expectativas). Los que jamás han usado Linux, se preguntarán de que rayos estoy hablando, por eso me tomo mi tiempo para explicarles, pero sin hacer de esto un testamento.
Hay una fundación llamada “Free Software Foundation” (www.fsf.org) fundada y dirigida por una persona que admiro, llamada Richard Stallman, que piensa decididamente, que todo el software que existe, debe ser libre (es decir, un bien de la humanidad). Hace una buena cantidad de años ya, emprendieron una ambiciosa empresa, de lograr un sistema operativo completo, basado en UNIX, que fuese completamente libre. Trabajaron duro, pero faltaba el núcleo, el corazón del sistema. En otra parte del globo, concretamente en Helsinki, Finlandia, estaba Lunus Torvalds; él tenía exactamente lo opuesto. El solito desarrolló el núcleo. Fue cuestión de tiempo para que los entusiastas armaran el rompecabezas. Eso fue, si mi memoria no falla, en el año de 1.992. Por su carácter libre muchas personas se dieron cuenta de la oportunidad de hacer negocios prósperos con esto en sus manos, ya que, aunque el software pudiera ser gratuito (aunque no necesariamente), siempre sería necesario soporte, programación y entrenamiento. Es así como nacen las “distribuciones de Linux”. Cada una de ellas, en esencia, tiene un contenido similar, pero sazonado al gusto de cada uno de sus protectores. Para más información, les recomiendo de revisen por su cuenta la información referente a la licencia GPL y el “Copyleft”, esa información la pueden conseguir fácilmente googleando, aunque en la página de Free Software Foundation hay bastante material que puede aclarar mucho el panorama.
Volviendo al presente, tenemos por lo menos, dos claras opciones (hay más, pero me centro en estas dos), Windows o Linux: Windows cuesta dinero, no se si es que yo soy pobre, o es que realmente es costoso (a menos que seas un pirata). Con él obtienes compatibilidad casi al 100% y un sistema operativo relativamente estable. Linux lo puedes descargar sin costo de cualquier página de tu preferencia y puedes usarlo sin realizar ningún pago. Haz la prueba: www.opensuse.org
Aquí viene la explicación de mi título: Tengo algunos cuantos años usando Linux, estoy muy lejos de ser un experto, conozco menos de lo que quisiera, pero estoy seguro de que estoy un poco por encima del promedio y decididamente mejor que los principiantes, pero aun hay algo que me parece frustrante, y sé que muchos estarán en lo mismo. Yo quisiera poder conseguir una alternativa total a Windows, pero lamentablemente aun, no todo el hardware que existe es compatible con Linux. Yo aun no termino de entender por que los fabricantes no brindan su apoyo para la fabricación de los drivers, esto hace que la comunidad linuxera sea la que se encargue de esta labor. Cuando compras una impresora HP, con casi 100% de certeza podrás usarla sin problemas en Linux, pero si tienes unas tarjetas USB Wireless Dell, por ejemplo, no tienes la compatibilidad asegurada. Ah! Pero puedes bajarte los drivers (si alguien los programó) y recompilar el Kernel para que funcione… ¿A caso todos saben hacer eso? La respuesta es un rotundo no. Y ese, es el motivo por el cual, Windows tiene la ventaja. Porque Linux es más seguro, es estable y es libre (que da lo mismo decir gratuito en este caso).
Es cierto que Windows tiene muchos huecos de seguridad y que hay casi tantos virus y spyware como programas, pero si yo fuese a programar un virus, lo haría en Windows, porque más del 90% de los PCS del mundo lo usan. ¿Tiene lógica verdad?
Lo que quiero establecer aquí es una visión desapasionada y lo más objetiva posible. Yo también siento repulsión por las tácticas monopólicas de Microsoft, pero no puedo decir que Windows sea malo por eso, desde Windows 2000 para acá nos dieron algo que tenían pendiente: “Estabilidad”. Linux siempre ha sido y será estable, pero rompamos el mito, cuando hay fallas de hardware no hay sistema operativo que se resista. Y aunque no las haya, Linux, podría fallar. Es programado por humanos, y los humanos cometemos errores.
Yo quiero un Linux que me permita disfrutar de todos mis componentes sin darme dolores de cabeza. Yo quiero una distribución que sea amigable, intuitiva y compatible. Pero además que sea poderosa y que los usuarios avanzados la prefieran por su flexibilidad. Quiero que mi tarjeta Wireless, mi Bluetooh, mi Scanner, y mi tarjeta de TV trabajen en Linux como lo hacen en Windows, o quizá mejor. Puede parecer que soy exigente, pero sé que Linux da para eso y para más.
Con suerte lo podremos conseguir antes de que termine esta década. Mientras tanto seguiré teniendo mi menú de arranque (GRUB), donde escojo cual sistema operativo deseo usar, Windows o Linux.
Jesús A. Famiglietti
jesusfamiglietti@gmail.com
Comencé a jugar con Linux a finales de siglo XX. Mis primeras incursiones fueron con Red Hat, distribución que respeto mucho por su seriedad y calidad. Luego conocí a SuSE, más tarde a Mandrake (ahora llamado Mandriva). En resumen, hoy estoy casado con SuSE (aunque estuve a punto de ser infiel con Ubuntu, pero no cubrió mis expectativas). Los que jamás han usado Linux, se preguntarán de que rayos estoy hablando, por eso me tomo mi tiempo para explicarles, pero sin hacer de esto un testamento.
Hay una fundación llamada “Free Software Foundation” (www.fsf.org) fundada y dirigida por una persona que admiro, llamada Richard Stallman, que piensa decididamente, que todo el software que existe, debe ser libre (es decir, un bien de la humanidad). Hace una buena cantidad de años ya, emprendieron una ambiciosa empresa, de lograr un sistema operativo completo, basado en UNIX, que fuese completamente libre. Trabajaron duro, pero faltaba el núcleo, el corazón del sistema. En otra parte del globo, concretamente en Helsinki, Finlandia, estaba Lunus Torvalds; él tenía exactamente lo opuesto. El solito desarrolló el núcleo. Fue cuestión de tiempo para que los entusiastas armaran el rompecabezas. Eso fue, si mi memoria no falla, en el año de 1.992. Por su carácter libre muchas personas se dieron cuenta de la oportunidad de hacer negocios prósperos con esto en sus manos, ya que, aunque el software pudiera ser gratuito (aunque no necesariamente), siempre sería necesario soporte, programación y entrenamiento. Es así como nacen las “distribuciones de Linux”. Cada una de ellas, en esencia, tiene un contenido similar, pero sazonado al gusto de cada uno de sus protectores. Para más información, les recomiendo de revisen por su cuenta la información referente a la licencia GPL y el “Copyleft”, esa información la pueden conseguir fácilmente googleando, aunque en la página de Free Software Foundation hay bastante material que puede aclarar mucho el panorama.
Volviendo al presente, tenemos por lo menos, dos claras opciones (hay más, pero me centro en estas dos), Windows o Linux: Windows cuesta dinero, no se si es que yo soy pobre, o es que realmente es costoso (a menos que seas un pirata). Con él obtienes compatibilidad casi al 100% y un sistema operativo relativamente estable. Linux lo puedes descargar sin costo de cualquier página de tu preferencia y puedes usarlo sin realizar ningún pago. Haz la prueba: www.opensuse.org
Aquí viene la explicación de mi título: Tengo algunos cuantos años usando Linux, estoy muy lejos de ser un experto, conozco menos de lo que quisiera, pero estoy seguro de que estoy un poco por encima del promedio y decididamente mejor que los principiantes, pero aun hay algo que me parece frustrante, y sé que muchos estarán en lo mismo. Yo quisiera poder conseguir una alternativa total a Windows, pero lamentablemente aun, no todo el hardware que existe es compatible con Linux. Yo aun no termino de entender por que los fabricantes no brindan su apoyo para la fabricación de los drivers, esto hace que la comunidad linuxera sea la que se encargue de esta labor. Cuando compras una impresora HP, con casi 100% de certeza podrás usarla sin problemas en Linux, pero si tienes unas tarjetas USB Wireless Dell, por ejemplo, no tienes la compatibilidad asegurada. Ah! Pero puedes bajarte los drivers (si alguien los programó) y recompilar el Kernel para que funcione… ¿A caso todos saben hacer eso? La respuesta es un rotundo no. Y ese, es el motivo por el cual, Windows tiene la ventaja. Porque Linux es más seguro, es estable y es libre (que da lo mismo decir gratuito en este caso).
Es cierto que Windows tiene muchos huecos de seguridad y que hay casi tantos virus y spyware como programas, pero si yo fuese a programar un virus, lo haría en Windows, porque más del 90% de los PCS del mundo lo usan. ¿Tiene lógica verdad?
Lo que quiero establecer aquí es una visión desapasionada y lo más objetiva posible. Yo también siento repulsión por las tácticas monopólicas de Microsoft, pero no puedo decir que Windows sea malo por eso, desde Windows 2000 para acá nos dieron algo que tenían pendiente: “Estabilidad”. Linux siempre ha sido y será estable, pero rompamos el mito, cuando hay fallas de hardware no hay sistema operativo que se resista. Y aunque no las haya, Linux, podría fallar. Es programado por humanos, y los humanos cometemos errores.
Yo quiero un Linux que me permita disfrutar de todos mis componentes sin darme dolores de cabeza. Yo quiero una distribución que sea amigable, intuitiva y compatible. Pero además que sea poderosa y que los usuarios avanzados la prefieran por su flexibilidad. Quiero que mi tarjeta Wireless, mi Bluetooh, mi Scanner, y mi tarjeta de TV trabajen en Linux como lo hacen en Windows, o quizá mejor. Puede parecer que soy exigente, pero sé que Linux da para eso y para más.
Con suerte lo podremos conseguir antes de que termine esta década. Mientras tanto seguiré teniendo mi menú de arranque (GRUB), donde escojo cual sistema operativo deseo usar, Windows o Linux.
Jesús A. Famiglietti
jesusfamiglietti@gmail.com
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