Jaime era un buen niño que estaba intentando conseguir una parte en una obra de la escuela. Su mamá me dijo que había puesto su corazón en ello pero aún así temía que no fuera elegido.
El día que fueron repartidas las partes de la obra, yo estuve en la escuela.
De repente Jaime salió corriendo con los ojos brillantes de orgullo y una gran emoción y dijo "¿Adivina qué mamá?"
Acto seguido dijo gritando las palabras que permanecerán como una lección para mi:
"He sido elegido para aplaudir y animar en la obra de la escuela".
[Fuente: vía email]
Paco, has elegido una preciosa historia para tu blog!! Deseo para este año es que haya más aplausos y ánimos en este mundo. Desde aquí te aplaudo por tu sensibilidad y te animo para seguir alimentando tu blog con tanto acierto!
ResponderEliminarAlicia
Gracias Alicia por tus comentarios tan estimulantes!
ResponderEliminarUn abrazo virtual para ti y un placer tu visita a mi blog!