Esta fue una pregunta que discutió el 4 de mayo Irma Pinto, en el microblogging mencionado en el título; pues casi siempre cuando las cosas pasan (como el temblor de esta mañana) siempre uno se entera por Twitter primero, los detalles aparecen más rápido y la información fluye maravillosamente a través de la pantallita en donde los usuarios colocan en 140 caracteres lo que están haciendo, viviendo o lo que les dé la gana de “tuitear”.
Es conocido por los periodistas y gente a fines del gremio que es ilegal el anonimato en Venezuela, por aquello de la censura y la autocensura. Pero; también debemos proteger a nuestra fuente; peeero… ¿y si la fuente es sólo un seudónimo? Como en el caso del mío en el supuesto negado de la gente que no conozca mi nombre y me contacte por Twitter… “según irmapin el temblor fue de 5.8” por decir algo. Entonces vendría la gran pregunta… ¿Cómo valido esa información? ¿Cómo sé que la información es precisa y que no me están tomando el pelo?
Yo creo que la cuestión depende del contexto, en vista que hay una gran población de personas que ignoran qué es el Twitter, cuál es su uso y quiénes son los usuarios y de que parte del país son puede que a los que estamos dentro se nos vea nada más como “participantes del Chismorreo 2.0” como se lo he escuchado a unos cuantos profesores. Si más personas se integraran a este “ecosistema conversacional” como lo resalto en mi tesis; serían más las personas que estarían de acuerdo no sólo en validar lo que allí se dice, sino también de citar correctamente y que tenga credibilidad.
Aunque tampoco es de fiarse lo que diga una sola persona en Twitter, pues no se sabe con certeza si es cierto o falso; ahora cuando hay una reacción en cadena donde hay muchas preguntas, conjeturas o noticias similares al mismo tiempo y de personas de la misma localidad, ciudad o estado pues se puede decir que en efecto algo pasa.
Vía Collage.
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