La anciana Eugenia Dodson murió el pasado mes de diciembre, un mes antes de cumplir 101 años de edad, y le regaló 35 millones y medio de dólares a un centro de investigaciones contra la diabetes de la Universidad de Miami (UM) -que recibirá dos terceras partes de la fortuna-, y el resto a un centro de investigaciones contra el cáncer, informó este miércoles la universidad en un comunicado.
El reparto se hizo en la misma proporción en que la diabetes y el cáncer impactaron a la anciana: dos de sus hermanos murieron de complicaciones por diabetes, y ella sobrevivió a un cáncer del pulmón.
Dodson, según la UM, vivió con sencilles durante años, sin que nadie sospechara de su fortuna, "y pudo cultivar un modesto legado que le dejó hace más de medio siglo su marido fallecido, el amor de su vida, y convertirlo en una fortuna de más de 35 millones" de dólares.
Según el abogado de la anciana, Donald Kubit, ésta amasó la fortuna mediante "astutas inversiones en acciones 'blue chip'" (empresas estables) con el dinero que le dejó su marido, y "vivió una vida realmente desinteresada para poder alcanzar sus metas filantrópicas"
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