27 may 2010

Estrés

El estrés es la respuesta del cuerpo a condiciones externas que perturban el equilibrio emocional de la persona. El resultado fisiológico de este proceso es un deseo de huir de la situación que lo provoca o confrontarla violentamente. En esta reacción participan casi todos lo órganos y funciones del cuerpo, incluidos cerebro, los nervios, el corazón, el flujo de sangre, el nivel hormonal, la digestión y la función muscular.

El estrés produce cambios químicos en el cuerpo. Ya que el cerebro envía señales químicas que activan la secreción de hormonas entre ellas la adrenalina en la glándula suprarrenal. Las hormonas inician una reacción en cadena en el organismo: el corazón late más rápido y la presión arterial sube; la sangre es desviada de los intestinos a los músculos para huir del peligro; y el nivel de insulina aumenta para permitir que el cuerpo metabolice más energía. Estas reacciones permiten evitar el peligro, a corto plazo, no son dañinas. Pero si la situación persiste, la fatiga resultante será nociva para la salud como estimular un exceso de ácido estomacal, lo cual dará origen a una úlcera, puede contraer arterias ya dañadas, aumentando la presión y precipitando una angina o un paro cardíaco y puede provocar una pérdida o un aumento del apetito con la consecuente variación de peso en la persona.
Entre las enfermedades más frecuentes causadas por el estrés están las enfermedades cardiovasculares, artritis reumatoide, migrañas, calvicie, asma, tics nerviosos, sarpullidos, impotencia, irregularidades en la menstruación, colitis, diabetes y dolores de espalda.

¿Qué puede causarlo?

Cualquier suceso que genere una respuesta emocional, puede causar estrés. Esto incluye tanto situaciones positivas: como el nacimiento de un hijo, contraer matrimonio, entre otras, como negativa: pérdida del empleo, muerte de un familiar. También puede surgir por irritaciones menores, como esperar demasiado en una cola o en tráfico. Hay situaciones que provocan estrés en una persona que pueden ser insignificantes para otra.

Maneras de reducir el estrés:
No espere perfección ni de usted ni de los demás.
Fíjese prioridades adecuadas.
Disfrute de su entorno.
Acostúmbrese a tener momentos de tranquilidad.
Sea equilibrado: haga ejercicio con regularidad, pero también descanse y duerma lo suficiente.

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