21 ene 2011

El Bloguer es "curioso, constante, inconforme, apasionado, generoso, trasnochado, sordo e hiperkinetico"


Si la Naturaleza te dota de 2 metros de altura, tendrás futuro en el baloncesto. Y si eres pequeñito y liviano, puedes hacer una carrera como jockey. Si desde pequeño quisiste ser cirujano, pero a estas alturas te sigues mareando cuando te sacan sangre, búscate otro plan.

Sin embargo, seas como seas, puedes ser bloguer si dentro tuyo tienes algunas de las características íntimas de un tecleador online.

Curiosidad

Para empezar a descubrir si estás hecho de esa madera especial de bloguer, debes hurgar en tu interior. ¿Tienes más preguntas que respuestas? Vamos bien. Los bloguers somos muy preguntones, inquisidores y la tortura para cualquier guía o ponente. Nos interesamos por muchas cosas, o nos enfocamos en un tema, pero no paramos hasta llegar al hueso.

¿Por qué? ¿Cómo? ¿Para qué? ¿Dónde está? ¿Quien opina distinto?… y así hasta el infinito. La mochila mental va siempre cargada con preguntas listas para disparar, para cuestionar. Además, nuestra mirada nos delata. Vamos por el mundo (online y offline) con esa avidez metida en la retina. Con unos rayos X que traspasan una peli, una comida o un enlace buscando cómo interpretarlo, cómo customizarlo… y contarlo.

Constancia

No todo el mundo tiene que ser bloguer, o tener un blog. De hecho, la realidad dice que de los millones de blogs empezados en algún momento, la inmensa mayoría ha muerto de muerte natural (por abandono) en poco tiempo.

Han quedado por el camino por una simple razón: falta de constancia. Lo que empieza con un arranque de inspiración, se queda por el camino por dejar de sostenerlo, de alimentarlo cada día (o regularmente) con esa misma energía. Hace falta mucha constancia para vivir algo, para conocer algo, para tener una experiencia y sentarte a contarla, cada vez, todas las veces.

Como un músculo, cuanto mas lo ejercitas, con menos esfuerzo consigues el resultado buscado. Y cuando te acostumbras a tener por compañeras a las teclas de tu ordenador, a compartir con ellas lo que vas viviendo, se convierte en un canal natural para comunicarte.

Inconformismo

No nos quedamos con una primera impresión. Buscamos ir un poco mas allá. Elaboramos nuestra propia respuesta a preguntas dadas, le damos un toque personal a la realidad. Ya sea que escribas un blog sobre observación de aves, sobre recetas macrobióticas o sobre política.

No nos instalamos cómodamente en las respuestas por defecto. Producimos nuestra propia visión y la contamos, sumando mucho de nuestra experiencia. A veces, simplemente, vale con agregarle un poco de poesía a la misma realidad que todos ven.

Pasión

Si algo no te gusta a fondo, hasta el corazón, no te pongas a escribir sobre ello. Se nota. Porque los bloguers que sigues te han encandilado con su pasión por un tema, porque cada palabra cuenta un sentimiento alojado en ese amor por algo.

Repito: no importa si se trata de motores diesel, de educación o de tu mascota. Si empiezas a escribir un blog, si quieres ser bloguer, debes dejarte arrastrar por esa pasión en el espacio íntimo e infinitamente libre de tu blog.

Generosidad

No hay blogger sin voluntad de compartir. Si quisieras mantener sólo para tí los consejos para disfrutar una visita a un ciudad, no te sentarías a escribir sobre ello en un blog de viajes, no editarías tus fotos o vídeos para subirlos, no pasarías los enlaces por las redes sociales.

El bloguer (podcaster, videobloguer, fotobloguer, etc) cuenta, relata, agrega su visión y experiencia personal para beneficio de quien le lea. Eso es generosidad en estado puro. Comunicación de persona a persona, transferencia de experiencia individual. Estos son tiempos en que se genera mucha inteligencia colectiva. Puedes aportar lo tuyo. Siempre es válido.

Insomnio

Convengamos que la inmensa mayoría es bloguer de tiempo parcial, como hobby, como plus a alguna otra actividad profesional. En ese caso, tendrás que robarle horas al sueño para mantener actualizado y con vida a tu blog.

Por consiguiente, te pillará mas de un amanecer buscando una nueva plantilla para tu blog, o esa foto tan especial para tu último post. Te acostumbrarás a ser el último en apagar la luz en casa y a gastar menos la almohada.

Sordera

El bloguer desarrolla la llamada “sordera selectiva”. “¿Para qué sirve? ¿Quién te va a leer? ¿Tan pocas visitas? ¿Cuántos cómo tú pueden interesarse en los hábitos reproductivos del mirlo? “

No los escuches. Tú sigue a lo tuyo.

Hiperkinesis mental

No para. Busca. Se conecta. Le da vueltas. Se equivoca. Aprende. Prueba. Vuelve a aprender. Aplica. Customiza. Opina. Cuenta. Sigue.

En definitiva, podrías decirme que muchas de estas características o elementos que conforman la madera de bloguer se encuentran también en un clásico coleccionista, en un escritor o en el periodista de toda la vida. Correcto. Ellos pueden ser excelentes bloguers.

Además nosotros somos gente online, Internet nos ha dotado de un espacio virtual en el que nos movemos más libremente, escribimos (o “coleccionamos”) para una audiencia desconocida pero global e instantánea. No guardamos nuestra mejor foto en un álbum para pocos. No hacemos 50 copias de nuestro recetario de cocina familiar. Se lo contamos, desde nuestra visión absolutamente personal y subjetiva, a todo aquel que quiera leernos.

Vía neumattic.es/ De lo mejor que he leído hasta ahora!
Foto  COP16 Bloggers.

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